Mide la temperatura. Y si no puedes ¡Grita!
Mascarillas, geles hidroalcohólicos, nueva normalidad… Ese es nuestro presente y futuro, tan diferente de nuestro pasado 2019. La forma en la que hacemos las cosas ha cambiado, puede que durante unos años.
El teletrabajo es algo a lo que nos hemos visto abocados, las casas espaciosas son lo más trendy en las inmobiliarias, la bicicleta es el medio de transporte más promocionado y la compra local y a corta distancia lo más demandado.
Nuestras necesidades y nuestro ocio han cambiado. Podéis ver algo más de estos cambios que nos vienen en este articulazo de Xataka. De lo que nadie duda es de que los termómetros forman parte importante de la nueva normalidad.
Por lo que… ¿Por qué no conocer cómo funcionan? ¡Dentro vídeo, hermano!
Termómetros infrarrojos y todo me parece bonito
Toda la vida hemos utilizado termómetros de mercurio. El mercurio subía con el contacto de nuestra piel (o mucosas…) y conocíamos la temperatura. Pero en 2020 nos hemos acostumbrado a ver como la toma de temperatura se hace sin contacto alguno. Y por si te lo estás planteando, este no es un invento asiático frente al covid-19. Si eres padre seguramente ya los hubieses visto por el mercado antes.
Estos termómetros los conocemos como termómetros infrarrojos y muestran la temperatura de un objeto que está cercano y nos ofrecen un número en un pequeño display. Si eres de los que se ha gastado la pasta, seguramente la pantalla se ponga en verde o en rojo dependiendo de si tienes fiebre o no.
Es más, si te has gastado mucho la pasta puede que cuando empieces a medir aparezca una luz azul o una luz láser. Pues primera decepción del día: Ese láser o esa luz azul o lo que sea que salga no mide. Solamente sirve para que sepamos dónde apuntamos (Como los rifles de los profesionales que se dedican a hacer cosas malas en las películas de acción). La medición se hace por infrarrojos. y los infrarrojos son un espectro de luz que no es visible para el ojo humano.
A -273ºC hace frío. Frío estando a tu lado…
Todo aquél cuerpo que supere los 0 Kelvin de temperatura, irradia energía. Eso quiere decir, que cualquier elemento con una temperatura superior a -273ºC emite energía… Es decir, todos los elementos del día a día que puedas pensar irradian energía.
Esto de los -273ºC es porque a esa temperatura las moléculas que forman los cuerpos se paralizan, se dejan de mover. A partir de esa temperaturas las moléculas se van moviendo poco a poco irradiando una energía. Esta energía irradiada crece según aumenta la temperatura, de hecho lo hace elevado a la cuarta:
El símbolo
en la ecuación, representa la emisividad (Que va de 0 a 1, aunque la de la piel humana es de 0.98). Cada material tiene una emisividad distinta. Esto hace que no podamos utilizar estos termómetros para medir la temperatura del aceite a la hora de confitar el bacalao.
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Que el blanco sea blanco, que el negro sea negro, que la energía sea temperatura
Pero no me acelero, veamos el proceso de medición de la temperatura de estos termómetros infrarrojos o pirómetros. Cada cuerpo irradia una energía. Esta energía de radiación es infrarroja, no la pueden ver nuestros ojos, pero sí nuestros termómetros.
Por lo que el termómetro se activa y recibe la energía de radiación. Aplica la ecuación que hemos visto antes y puede obtener el valor de la temperatura. En realidad, este no es el proceso totalmente real.
En su circuito, llega una energía de radiación a las lentes. Esta energía de radiación llega a un sensor que convierte esta energía en un impulso eléctrico, una señal.
La propia electrónica del termómetro ya es capaz de traducir este nivel de voltaje a una temperatura concreta, que es la que nos muestra en el display. Para ello toma como premisas que:
- Estamos apuntando sobre la piel humana, la cuál tiene una emisividad concreta (Y hay termómetros con emisividad ajustable)
- Que estamos a una distancia de unos 2-5cm (Cada termómetro es un mundo)
Aunque suene obvio, no podéis medir la temperatura de vuestros vecinos desde los balcones (Si es que aún sale alguien…).
Arduino, hay dos días en la vida… ¡Hagamos un termómetro con esto!
Si estás ya pensando en cómo hacer tu termómetro infrarrojo en casa puedo decirte: ¡Enhorabuena, podemos hacer un termómetro con Arduino!
El modelo del componente que buscas es el MLX90614. Este componente dispone de 4 pines:
- GND y Vin para alimentar el circuito. El circuito recomienda ser alimentado entre 2.6V y 3.6V… Por lo que la señal de 3V3 te sirve.
- SDA, Serial Data
- SCL, Serial Clock
¿No te suena eso de SDA y SCL? Si es así es que conoces de qué va la comunicación I2C. El SDA será el hilo que se encargue de transmitir los datos. El SCL se encargará de transportar la señal de reloj, que es la que indica cuándo hay que leer los datos.
¿Y donde conectas esto en tu Arduino? Los pines analógicos 4 y 5 de tu Arduino UNO son los encargados de llevar las líneas SCL y SDA de la comunicación I2C de Arduino (Pines 20 y 21 en el caso de Arduino Mega).
Para ver al detalle la programación de este componente te dejo el post de Luis del Valle hablando de este mismo componente. Vete al final del todo y lo encontrarás 😉
Por un termómetro infrarrojo daría lo que fuera, por un pirómetro… aunque solo uno fuera…
Por cierto, antes de despedirme te cuento algo que he podido ver. En Enero de este 2020 compré uno de estos termómetros porque no tenía en casa. Nada relacionado con una pandemia mundial ni mucho menos…
Ahora, mientras escribía este post, he tenido curiosidad de volver a mirar ese mismo producto que compré. En su día me costó 19.99€. Hoy vale 79.99€.
Supongo que nos hemos vueltos todos locos comprando termómetros y las existencias se han terminado y los precios han subido al alza (¡Es el mercado, amigo!).
Ahora ando en busca de una webcam para poder hacer videollamadas como las personas de bien… Pero les ha pasado al igual que a los termómetros: Sus precios han despegado…
P.D. Este post iba a terminar con una canción de Alice Wonder. Pero me acabo de enterar que hoy, 9 de junio de 2020, Pau Donés nos ha dejado. Y no puedo evitar intentar rendirle un pequeño homenaje al artista cuyas canciones me acompañaron en mi juventud. Gracias, Pau!
