WOKI y sus ejercicios de lógica navideños
Aloha grumetes robóticos electrónicos! La Navidad se acerca como una apisonadora. Nada la puede parar. Y con ella aparecen juguetes y juguetes en el mercado.
Hoy ha caído en mis manos el robot WOKI de XtremBots, un robot pensado para los más pequeños de la casa (Edad de 5 años en adelante, dice su caja) y que sigue un poco la filosofía de otros juguetes STEM de intentar entender cómo funcionan las órdenes de programación.
Es decir, para programar lo que hacemos son pequeñas tareas en un orden concreto que nos darán un resultado. Digo para programar pero hasta para barrer lo hacemos… Pues estos juguetes en lugar de utilizar bloques de programación lo que hacen es utilizar pequeñas acciones que debemos de indicar correctamente para tener un resultado satisfactorio.
No me lío más… ¡Al lío con el WOKI!
Hablemos de WOKI…
WOKI viene en una caja que la verdad es que la primera vez que la vi dije: ¡Jo***, me gusta! Pero yo soy fácilmente impresionable…
Una vez abierta la caja encontramos:
- El robot WOKI
- Un folleto de instrucciones
- Un libro con retos
- 24 marcos cuadrados de cartón duro con piezas desmontables
- Una ventosa para desmontar las piezas
Lo primero que me llama la atención es que las pilas no vienen incluidas. Por lo que me ha tocado rebuscar por el cajón de las pilas (Sí, yo también tengo uno de esos…) en busca de 3 pilas AAA.
Una vez con ellas, solo hay que desmontar la tapa que tiene el robot en la parte inferior con un destornillador estrella y poner las 3 pilas como se indica. Luego cerrar y… ¡Todo listo para empezar! No necesita más montaje previo.
¡Cuidado! Este es un tablero de 81 piezas…
La verdad es que yo no soy mucho de leer las instrucciones y esta vez no ha sido diferente. Y he empezado a hacer pruebas con los tableros pero ha habido un momento que no le veía la gracia al juego.
Esto es porque normalmente este tipo de juegos vienen en un tablero fijo en el que puedes cambiar alguno de los elementos que son los que “programan” por decirlo de alguna manera.
En el caso de WOKI, después de jugar un tiempo he acabado mirando el libro de de retos. Es ahí cuando he entendido que los tableros son una forma de mantener las piezas unidas pero no forman ningún circuito prediseñado.
De hecho, los tableros en sí, en algunos se puede hacer algo pero en otros… Es imposible que WOKI se mueva libremente.
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Cómo jugar con WOKI sin pelearse
Así que para empezar a jugar, los niños deben de copiar uno de los recorridos marcados en el libro de retos o crear ellos mismos un recorrido propio.
Para ello deberán de extraer las piezas (Son como piezas de puzzle) de los marcos y montarlas como quieran. Estas piezas contienen una línea negra que puede ser recta o curva y que es la que seguirá el robot, son las que lo guían.
Las piezas se pueden conectar por todos sus lados ya que el encaje es el mismo por lo que una curva a derechas se puede convertir en una curva a izquierdas fácilmente.
Por otra parte, algunas piezas contienen en su interior otras piezas circulares. Estas piezas son las que podemos cambiar por órdenes “programables“. Para ello utilizaremos lo que voy a llamar las piezas especiales.
Programando el tablero del robot
Las piezas especiales son 6. Las primeras son las verdes, que hacen girar el robot hacia la derecha. Luego se encuentran las naranjas que hacen girar hacia la izquierda. Y por último las moradas que hacen continuar recto al robot y lanzar un sonido. Este sonido alterna entre sonido de coche de velocidad, sonidos de sirenas y ningún sonido.
Dentro de cada ficha hay unas líneas que aparecen en dos formatos. El primer formato indica mediante una flecha el movimiento que hará el robot al pasar. El otro formato se trata de dos líneas en cruz a 90º.
La verdad es que inicialmente no entendía bien porque este formato ya que el robot, al detectar el color actúa de una manera u otra y no hace caso del dibujo negro (flecha o líneas en cruz) que contienen estas piezas.
Luego, montando mi propio circuito me he dado cuenta que te permite crear un circuito con varios caminos que variarán según el color añadido y que puede darle hasta emoción para el que lo está mirando desde fuera y no sabe hacia dónde va cada color.
Respecto a estos dos formatos, las instrucciones mencionan que el primer formato serviría para niños entre 5 y 7 años y el segundo formato para niños mayores de 7 años.
Parece sencillo… Hasta que tienes que hacerlo tú…
Pero bueno, estas solamente son 3 de las 6 piezas especiales. Otra de ellas es la de inicio, sin ella el robot no empieza su andadura, en la que va sonando una música todo el tiempo (Aunque se puede silenciar, no nos preocupemos ahora por ruidos infernales).
Con esto ya empieza, pero en mi primer circuito dentro de uno de los marcos no había puesto la pieza de fin. Esta le indica al robot que ha llegado a la meta y hace que WOKI se marque un baile con zapateao incluido.
La última pieza es la de un fantasma de los que da miedo, de manera que si cae en esa casilla se termina el juego. Esta pieza tiene sentido sobretodo en los retos. Retos que pueden poner los padres y madres a sus hijos e hijas…
Una vez con todas las piezas montadas solamente hay que poner a WOKI en la casilla de salida y ver qué hace. A veces, si ponemos la pieza que no toca puede que vuelva marcha atrás, o que tope con uno de los fantasmas, o que si no ponemos casilla de salida se salga del tablero y acabe correteando por la casa…
La verdad es que parece sencillo pero si eso de la izquierda y derecha no lo tienes claro (Como yo…) y si vas con prisas, seguramente no hagas el recorrido de manera perfecta a la primera. Tiene su complicación pensar desde el punto de vista del robot cuál será su izquierda y su derecha en cada momento.
Aquí te dejo el pequeño circuito personalizado con el que he estado jugando yo:
El libro de retos, la clave para jugar con WOKI
Para ir cerrando, quería hablar un poco del libro de retos. Este libro contiene 18 retos ordenados de más sencillo a más complejo. Aquí se dicen las piezas necesarias y el recorrido a montar.
En la misma imagen, en gris, aparecen círculos dónde se deberá poner las piezas verdes, moradas y naranjas. El libro es el que dice cuántas piezas de cada color hay que utilizar. De manera que lo que se podría hacer muy sencillo con un color, se complica porque no podemos utilizarlo….
Al final del libro aparecen las soluciones a los retos. Aunque 18… Parecen pocos… Es por eso que en esta web se pueden descargar 42 retos más. De hecho parecen un poco más enrevesados que los del libro si cabe…
¡Oye! Que tendremos que irnos,¿No?
Y creo que con esto ya estaría todo. Si quieres hacemos un breve resumen de cosas que me gustan y cosas que me gustan menos, que eso siempre viene bien a la hora de decidirse en una compra:
Cosas +
- Con tantas piezas el juego se hace muy abierto
- La mecánica parece muy sencilla pero no lo es tanto, te hace pensar más de lo que esperabas inicialmente
- La ventosa es súper top para sacar las piezas sin tener que desmontar todo el puzzle
- No parece que vaya a ser un juego de una tarde, si se ponen a hacer los retos, lleva su tiempo montar los puzzles finales con 81 piezas. Y luego pensar cómo resolverlos…
Cosas –
- No incluye pilas (3 pilas AAC) por lo que al abrirlo en navidades igual te toca salir corriendo a comprarlas
- Tal vez el manual necesita especificar que no te ciñas al número del orden que aparece en sus esquinas, o especificar que son piezas de un puzzle gigante… O igual leerse mejor el manual y entenderlo todo bien, no ir de primeras a por todo… No lo sé, ¡Pero algo para gente con capacidades normales por favor!
- Los dos formatos en las piezas de color (Con flechas, con cruz…) puede llegar a confundir inicialmente
Si nos fijamos en la edad, para mi la edad tope sería los 8 años ya que con 9 años hay niños jugando con Arduinos (Siempre con la ayuda de algún adulto, que si no es electrónico puede echar mano de este libro que escribí para ellos).
Pero para niños de 5 a 8 años si que lo veo, sobretodo para entender la lógica que hay detrás de la programación. Será el paso previo a Scratch y al mundo de la programación hasta que den el paso a programar con código. Eso sí, dependiendo de la edad deberemos pasar a juegos similares o con 7 años ya podremos ir introduciendo Scratch.
Y nada, por aquí me quedo. Con WOKI cantando y bailando y yo haciendo acopio de polvorones (aunque no me gustan) para los próximos días…