Aloha saboteador! En 2012-2013, en la entrada de la biblioteca de mi universidad, un grupo de estudiantes puso una cámara a la que debías de mirar cada vez que entraras e identificarte para que aprendiese los patrones de tu cara.

Si lo hacías, podías ganar un suculento premio, así que todos nos dimos de alta y todos fichábamos en esa cámara varias veces al día. Cuantas más imágenes mejor, porque así el algoritmo podía aprender mejor quién era cada uno de nosotros hasta reconocernos por nuestras caras.

No nos tocó nada en aquel sorteo, pero ahora entiendo que se trataba de Inteligencia Artificial. Aquél experimento que a nosotros nos podía parecer simple, puede que se pueda utilizar ahora…

¿Vamos allá con otro post pandémico? ¡Here we go!

LogMask, la aplicación que vigila tu mascarilla

Y es que esta semana ha aparecido la noticia en algunos medios de que unos investigadores de la Universitat de Barcelona han desarrollado un sistema capaz de detectar si alguien lleva o no la mascarilla puesta y contar si el aforo del recinto excede del máximo permitido.

Esta tecnología se llama LogMask e incluso en su web nos permiten probar cómo detecta si llevamos o no mascarilla. Su algoritmo tiene una precisión del 95% (Otros medios hablan del 99%), por lo que parece muy fiable.

Además, lleva mucho detrás, ya que necesita un procesamiento de imágenes a tiempo real dónde pueden haber más de una y más de cinco personas a la vez. Además de aprender (deep learning lo llaman) patrones nuevos (Como serían nuevas mascarillas que puedan aparecer) según va teniendo más imágenes a procesar.

Sin perdernos el detalle de que la iluminación va cambiando durante el día y aun así, LogMask sigue detectando bien los rostros enmascarillados de la gente.

Además, parece que también es capaz de saber el espacio disponible en espacios cerrados y automáticamente calcular el aforo según la normativa vigente. Lo que parece muy cómodo para negocios con amplios espacios cerrados dónde llevan a cabo su actividad.

Pero, ¿No da miedo como Radar Covid?

La verdad es que la noticia me parece increíble y positiva, al igual que a toda la prensa. Pero, ¿Por qué nos parece una solución tan cool y no aparecen ante nosotros los miedos que nos aparecen con Radar Covid?

¿La misma tecnología no sería capaz de detectar la cara de cada uno a pesar de llevar mascarilla tal y como hacía la cámara de la biblioteca de mi universidad?

¿No podría servir para el cálculo de estadísticas sobre los hábitos de consumo que tenemos en las tiendas? Momentos con más gente, sexo de las personas, rango de edad, etc… De hecho, Google ya ofrece estadísticas de lo concurrido que están los establecimientos. Y señores, esto lo hacen detectando la posición de nuestros teléfonos. Lo mismo pasa con la detección de atascos en carreteras que hace Google Maps.

Y no quiero que parezca que estoy en contra de ello, simplemente que nos da miedo utilizar una aplicación que guarda los contactos que tenemos de forma anónima pero no nos lo da saludar a las cámaras que nos encontramos o mirar si esa carretera tendrá atasco o no.

¿Tal vez la razón esté en la utilidad? Mirar la carretera nos parece muy útil ya que ahorraremos tiempo y eso nos encanta. Lo de evitar que otros se contagien… Se van a contagiar igual o peor, me da miedo saber que alguien con quien he tenido contacto puede haber sido positivo con coronavirus y prefiero no ser avisado.

¿Es necesario vigilar si llevamos mascarilla?

A pesar de todo, la aplicación me encanta (Sí sí, ya dejo el diálogo conspiranoico de lado), lo que no me gusta es la razón por la que se ha creado.

Hemos creado una aplicación para vigilar si llevamos puesta la mascarilla ya que no somos lo suficientemente responsables para llevarla siempre que salimos de casa ante cualquier situación (Compras, deporte, encuentros, trabajo, …).

De hecho somos conscientes de ello y lo hemos normalizado hasta el punto de decir: Sí si, mejor que pongan algo que sino la gente pasa de llevarla puesta.

Creo que lo de no llevar mascarilla no es algo que sea excesivamente frecuente en estos momentos pero se siguen viendo casos. A parte de la incomodidad, ¿Hay detrás de las mascarillas un lío entre variables que no entendemos y que nos hace pensar que es mejor no llevar nada?

Camarero, una de mascarillas

Mascarillas en el mercado hay muchas. pero estas semanas el Gobierno de España ya ha anunciado que todas las mascarillas que se vendan tendrán que ir en su bolsa con su información.

Se acabaron las mascarillas colgando de un gancho en escaparates de tiendas. Además veremos mucho la UNE 0064 (Para amscarillas no reutilizables) y UNE 0065 (Para mascarillas reutilizables), esta es la normativa que deben de seguir las mascarillas higiénicas (Esas de telas tan monas). ¿Qué implica cumplir esta normativa? Pues que nos aseguran que esas mascarillas han sido probadas y al llevarlas puestas van a filtrar más de un 90% de las partículas.

Esta es una norma que se ha creado en España y que nos ayuda a evitar ciertas frases como “Equivalente a FFP2” en los envases o algunas mascarillas totalmente transparentes que dejan pasar el aire.

Lo interesante de la norma es que especifica también cómo deben de ser las mascarillas transparentes para personas sordas.

Luego tenemos las mascarillas quirúrgicas que son esas azules y que en su caja veremos que siguen la norma EN 14683. Estas mascarillas tienen una eficacia de filtración bacteriana entre el 94 y el 98% dependiendo si son tipo I, tipo II o tipo III. Eso sí, su desventaja es que esta filtración solamente dura 4 horas.

Esto mismo nos pasa con las mascarillas anteriores, las higiénicas, pero lavándolas a las 4 horas vuelven a poder utilizarse. En las higiénicas, después de cada lavado se pierde algo de filtración hasta que ya se estabilizan en poco más del 90% de filtración.

Por último tenemos las FFP2 y FFP3 de las que todo el mundo habla y que parece que Francia y Alemania dicen que son imprescindibles. Estas mascarillas siguen la norma EN 149:2001. Dicha norma aparece impresa en la mascarilla junto al binomio CE y una serie de números. Estos números identifican a la empresa que ha certificado la mascarilla.

La mascarilla FFP2 filtra más del 94% y la FFP3 más de un 99%. Además, se testea que cuando expiramos y la mascarilla se despega de la cara, por la unión de la mascarilla solo puede haber un 8% de fugas en FFP2 y un 2% de fugas en FFP3.

Y justo esto nos lleva a abrir un melón muy bonito…

¿La doble mascarilla es necesaria?

En muchas situaciones vemos a gente con doble mascarilla, incluso a personal médico. Esto no es porque ponerse dos mascarillas sea más efectivo ya que como hemos visto la FFP3 filtra un 99% de las partículas.

En los casos de sanitarios se ponen una FFP2 o FFP3 y encima una quirúrgica, esto es porque las mascarillas cuando se mojan hay que cambiarlas. ¿La razón? Imagina el juego ese que hacíamos con energía electrostática en el que frotábamos un globo y luego lo poníamos en el pelo y se pegaba. Si el globo se moja la energía electrostática se acaba. las mascarillas, aparte de los filamentos, también llevan esta carga para atrapar los virus. Si las mojamos, se acabó esta protección.

Es por eso que los sanitarios se ponen una encima que es la que cambian si se moja, cosa que puede pasar en un ambiente con salpicaduras, sangre, etc… De manera que no tienen que deshacerse de “la mascarilla cara“.

El problema es que muchas de las personas que lo están copiando no se han fijado que los sanitarios llevan puestas las gomas de las dos mascarillas. Esto es porque es importante que la mascarilla se fije a la cara.

Si nos ponemos una FFP2 sin gomas y encima la quirúrgica que agarra ambas, lo que pasa es que dejamos un espacio entre la cara FFP2 y la cara, por lo que ya no se cumple eso del 8% de fugas. Por ahí ya puede entrar todo.

De hecho, mira si es importante que la mascarilla se fije a la cara que para ello el organismo de salud Americana ha dicho que es importante ponerse dos mascarillas (Para que fije bien), ponerse unas medias en la cara o incluso unos plásticos que hay para fijar la mascarilla.

Esto pasa porque allí no se utilizan mucho las FFP2 y no tienen una normativa para mascarillas higiénicas como la que tenemos nosotros, que exige una fijación y que filtre más de un 90%.

Otra opción si no te fija bien la mascarilla sería la de hacer un pequeño nudo en la mascarilla. Pero te dejo un vídeo de Boticaria García que lo explica mucho mejor que yo:

Inventos peores que las mascarillas

Por lo que lo suyo es comprar una buena mascarilla (Si tiene especificada cualquiera de las normas que hemos mencionado es buena) y olvidarnos de inventos… ¿Inventos?

Sí claro, inventos. Ahora han aparecido mascarillas de cobre que dicen que duran 4 horas pero que matan el virus enseguida aunque no se fijan muy bien a la cara. Ya hemos visto lo importante del ajuste a la cara.

También han aparecido unas mascarillas eléctricas de Xiaomi (Xiaomi Mi Q5S 2020) que duran 6 horas y que ofrecen una filtración del 95%. De primeras no han estado sometidas a la norma por lo que no sabemos si protegen contra el coronavirus (SARS-COV-2 para los amiguinchis). Además tienen un filtro HEPA dentro, ¿Cada cuanto hay que cambiar el filtro? El desembolso de estas mascarillas es de 35€ y luego hay que comprar los filtros HEPA y cargarla por USB cada 6 horas, las FFP3 las podemos encontrar por 2-4€ cada una con mayor eficacia y mayor duración que estas mascarillas eléctricas.

Lo mejor de esta mascarilla es que dice que se desinfecta ella sola mediante luz ultravioleta. Como ya hablamos, menos mal que eso no es cierto porque si usase Ultravioleta C (Que es el que desinfecta), mataría al virus y a nosotros ya de paso. Así que, una alegría…

El sabotaje hippie tecnológico que termina

Así que, compremos mascarillas que sigan las normas UNE 0064, UNE 0065, EN 14683 o EN 149:2001 y estaremos bien.

Bueno estaremos bien… Estaremos mejor si nos ponemos la mascarilla, sino solamente seremos más pobres. Si nos la ponemos evitaremos la necesidad de ponernos vigilantes en cada esquina que marquen con una alarma que no llevamos la mascarilla.

Fijemos bien esta mascarilla a la cara y además, mantengamos la distancia y ventilemos constantemente para evitar aerosoles que nos puedan contagiar.

¿Algo más? No, es complejo pero no… Saludos pandémicos y disculpa este hippie sabotaje tecnológico, pero no siempre la tecnología tiene por qué ser la solución a nuestros problemas.